domingo, 6 de diciembre de 2015

Gloria es la literatura


Pues si, como vuesas mercedes no ignoran, la literatura es puro placer, gloria pura, qué mejor modo de rotular estas letras, y yo, que soy grandísima aficionada a las letras he decidido seguir escribiendo por estos lares bajo el amparo de este verso -mío, a mayor abundamiento. 
Y puesto que pasar los escritos al juicio de los plomos, o sea, darlo a la imprenta es harto difícil -lo mismo en pasados siglos que en el presente- no estará de más acogerse a estas nuevas formas de llegar al gentil público lector. Así he pensado y dicho y hecho, héteme aquí, en mi recién estrenada bitácora.
Lector que esto leyeres, sabe que mi nombre es María de Zayas y Sotomayor, traída a plena actualidad por la novela de doña Herminia Luque, erudita escritora, que ha tenido a bien convertirme en protagonista de su obra Amar tanta belleza, obra de mucho artificio y muy gustosa de leer.
Me pongo aquí en efigie de sibila -pintada por el grandísimo Diego de Velázquez y Silva, noble, ya que no por nacimiento, por su arte maravilloso que suspende el ánimo de cuantos lo miran-, pues, en tiempos, me llamaron "Gran Sibila Mantuana": mantuana, por mi nacimiento en Madrid (antigua Mantua Carpetana), sibila por mi saber (más de cosas pasadas que futuras, es de notar) y grande no sé si por mi obra literaria o por las hechuras de este cuerpo mortal, que todo pudiera ser, que los hay que, dejando caer un elogio, están dando otra de rabo de demonio, quiero decir de burla del prójimo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario